miércoles, 8 de septiembre de 2010

Mil tres días y es como si fuese ayer cuando nos conocimos, cuando nos presentaron por casualidad, cuando empezamos a hablar como de toda la vida sin apenas conocernos... Parece que fue ayer cuando nos dijimos lo que sentíamos. El tiempo pasa volando, han pasado más de dos años y medio, treinta y tres meses, mil tres días y no sé cuantos millones de horas, en las que hemos pasado de todo, nos hemos querido, odiado, amado, detestado, deseado, añorado...hemos reido, hemos llorado, hemos discutido, nos hemos gritado, hemos dejado de hablarnos y nos hemos reconciliado, hemos hablado hasta el amanecer, hemos pasado horas y horas delante de un ordenador esperando al otro para hablar... Es increible, pero cada día que pasa estoy más segura de que eres grande, que tienes un corazón enorme, tanto, que no te cabe en el pecho.
No quiero un héroe, quiero un hombre con quién poder emvejecer.

lunes, 28 de junio de 2010

Tal vez existan esos seres que, aunque parezca que están destinados al desencuentro, en el fondo están hechos el uno para el otro.